El investigador de blockchain ZachXBT compartió recientemente la recuperación de $275,000 robados a una víctima mayor en los Estados Unidos por estafadores telefónicos indios que se hicieron pasar por personal de soporte de Coinbase. El incidente, que ocurrió en abril de 2024, hizo que la víctima perdiera una gran parte de los ahorros de toda su vida, pero gracias a los esfuerzos de investigación, los fondos robados fueron confiscados y pronto serán devueltos a su legítimo propietario.

Robo y recuperación: un análisis detallado

Los estafadores, haciéndose pasar por representantes de Coinbase, engañaron a la víctima de edad avanzada para que les entregara datos confidenciales de su cuenta, lo que llevó a la transferencia no autorizada de una suma sustancial. Según el hash de la transacción robada 30125031d32a3a2ec9a6963d218bf2494d4392d9444586061a97d84511479346, los estafadores movieron rápidamente los fondos a través de varios canales de criptomonedas para dificultar los esfuerzos de recuperación.

Durante la investigación, ZachXBT descubrió el alcance más amplio de la red criminal, que había robado más de 5 millones de dólares a otras víctimas. Los fondos robados se blanquearon mediante un proceso sofisticado, que comenzó con la transferencia de Ethereum y Bitcoin robados a Tron a través de intercambios centralizados (CEX). A partir de ahí, los fondos ilícitos se convirtieron en monedas estables y, en última instancia, se movieron a través de plataformas extrabursátiles (OTC).

Un esquema más amplio: millones robados y lavados

Este caso pone de relieve una tendencia inquietante de los cibercriminales que atacan a personas vulnerables y blanquean fondos a través de criptomonedas. La recuperación de 275.000 dólares representa solo una fracción de las actividades del grupo, ya que la misma organización robó más de 5 millones de dólares a otras víctimas. El uso de Tron y de plataformas de intercambio centralizadas permitió a los estafadores ocultar los activos robados antes de trasladarlos a los mercados extrabursátiles, lo que hace que el seguimiento y la recuperación de estos fondos sean increíblemente difíciles.